Idea brillante, nos dicen en esta publicación. Pues no creo que volver al cemento en las carreteras sea una brillante idea, más que nada por mi experiencia en la conducción sobre carreteras de cemento como son, las que van quedando en Alemania. Digo las que van quedando porque al final han comprobado que es más adherentes el asfalto que el cemento, sobre todo cuando hay agua por encima. Ni pensemos en el compuesto de hormigón con mezcla de hierro y carbono para hacer este cemento conductor de electricidad, ¡menuda mezcla deslizante!.
No se, no creo que este “brillante invento“ sea tan bueno pss aplicar a las carreteras, quizás se puede aprovechar en tramos cortos y Redirigido a altas velocidades con curvas para, de alguna forma cargar baterías de coches eléctricos por inducción pero no pss otra cosa.
Para el hielo hay otras propuestas, para mi, más convincentes en cuanto a seguridad se refiere como son los riegos internos en el asfalto de agua salada para derretirlo como ya lo tienen instalado en las nuevas construcciones de carreteras nórdicas europeas. ¿Qué pensáis vosotros?