Según efectivos de la Policía Estatal de Michigan, este deceso por este motivo en específico es el más extraño que les ha tocado ver. «Hemos visto gente que se maquilla, leyendo libros, etc. Hay mucha tecnología. Un montón de personas están prestando más atención a otras cosas que a efectivamente conducir», sostuvo el teniente del cuerpo uniformado a CBS Detroit, Mike Shaw.
Según diversos estudios, el uso del móvil durante la conducción aumenta en cuatro veces la posibilidad de sufrir un accidente. Incluso durante una llamada, aun con el uso de manos libres, el conductor no mantiene una velocidad constante, pierde la concentración y aumenta su tiempo de reacción en dos segundos promedio, dependiendo del chofer.
Según la fundación sobre seguridad y educación vial, Luchemos por la Vida, “tras minuto y medio de hablar por el móvil (incluso manos libres) el conductor no percibe el 40% de las señales, su velocidad media baja un 12%, el ritmo cardíaco se acelera bruscamente durante la llamada y se tarda más en reaccionar”.
La peligrosidad por el uso inadecuado del mismo puede llegar a ser equiparable a la conducción con exceso de alcohol.