Cuenta la historia de leyenda que un camionero se hallaba circulando por una zona montañosa a una velocidad excesiva debido a que terminaba de percibir la nueva de que su mujer daba a luz. La razón de esta prisa es que era preciso que entregara el dinero a fin de que le asistieran en el parto.
A lo largo del viaje, un imprevisible le hizo perder el control del camión de manera que impactó contra unas rocas. El camionero salió del camión sin heridas y sin inconvenientes, mas confuso y con la duda de qué poder hacer para llegar a tiempo. La carretera era poco recorrida, con lo que decidió proseguir andando cara su destino, mas cuanto más se distanciaba del sitio del accidente, más obscuro se volvía todo. Tras mucho rato andando, volvió la vista atrás para poder ver si venía algún vehículo que pudiera llevarlo. Cuál fue su sorpresa cuando pudo ver el camión accidentado ; no se había distanciado apenas unos metros del siniestro.
Sus intentos por lograr llegar para asistir a su familia eran tan fuertes que diríase que comenzó a tomar forma de tal manera que en la vida real pudo llevar aun a verse a veces por los que circulaban por la vía a la hora en la que se generó el accidente .
Todos y cada uno de los conductores pasaban, hasta el momento en que un joven paró y el camionero, para no levantar sospechas, le afirmó que no podía desamparar la carga del camión , con lo que le entregó un sobre con dinero y una nota a fin de que la entregara en su domicilio.
La cuestión es que cuando llegó a la casa del camionero, allí no vivía absolutamente nadie, con lo que prosiguió los consejos de una vecina y se dirigió a la nueva dirección.
En este nuevo sitio halló a Matilde , la esposa. Cuando le entregó el dinero, respondió que hacía 5 años que su marido había fallecido, justo el día en el que tuvo a su hijo. Al abrir el sobre y leer la nota, reventó en lágrimas , en tanto que ponía “No he faltado a mi promesa, aquí está el dinero, siempre y en toda circunstancia voy a estar con vosotros. Os quiero.»